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DIFERENCIAS ENTRE LAS BOLAS DE CAMPO Y DE PRÁTICA

Basta con una cesta de bolas en el campo de prácticas para darse cuenta: no reaccionan igual. Menos efecto, un vuelo más pesado, sensaciones extrañas... Las bolas de práctica claramente no se comportan igual que las que se usan en el campo. Pero ¿por qué son tan importantes estas diferencias? Y, aún más importante, ¿qué efectos concretos tienen en la distancia, el toque o la precisión? Aquí tienes 6 diferencias importantes que debes conocer para no arruinar tu juego.


1/Dos construcciones opuestas: durabilidad versus rendimiento

Una bola de calle está diseñada para ofrecer la máxima sensación , capacidad de respuesta y control . Suele tener de tres a cinco capas con una cubierta de uretano que permite un contacto más suave y un efecto optimizado. Está dirigida a jugadores que buscan precisión en cada golpe.

Por el contrario, la pelota de práctica es una versión simplificada, a menudo limitada a una o dos capas, con un revestimiento de Surlyn muy grueso. ¿Su propósito? Resistir golpes repetidos, frío, lluvia e impactos sobre la alfombra sin romperse ni deformarse.

Es una pelota robusta, pero no muy delgada.

Esta elección de fabricación afecta directamente la sensación, la compresión y la capacidad de generar efecto.


2/Distancias incorrectas, hasta 15 metros menos

Uno de los errores más comunes es calibrar los palos con pelotas de práctica.

En realidad, estas pelotas tienen una velocidad de salida menor, de 3 a 8 km/h, lo que provoca una pérdida de 5 a 15 metros, según el palo utilizado.

Con maderas o drivers, la distancia puede ser pequeña. Pero al cambiar a hierros cortos o wedges, la bola cae antes. Esta pérdida de distancia se debe a:

  • Menor compresión,

  • Un giro reducido,

  • Un peso ligeramente superior.

Al final, crees que estás pegando un wedge a 130 metros cuando tu bola de calle en realidad va a 140 metros. El resultado: palos mal elegidos en el campo.


3/Un efecto muy reducido, especialmente en el juego corto.

Las bolas de práctica generan una velocidad de giro de 300 a 1000 rpm menor que las bolas premium. Esta diferencia se nota enormemente en el juego de aproximación y en los tiros cerca del green.

  • Menos efecto retroceso = menos frenado en el green

  • Menos efecto lateral = menos control en trayectorias curvas

  • Menos agarre en el contacto = trayectorias más flotantes

Con una bola de calle, un wedge bien golpeado se detiene en seco. Con una bola de práctica, continúa su recorrido sin disminuir la velocidad. Y en lugar de golpear la bandera, termina al fondo del green.


4/Un toque duro y artificial

Esta es una de las primeras cosas que notan los buenos jugadores. Una pelota de práctica se siente más seca, casi hueca al impactar. Esto se debe a la cubierta más rígida y a la ausencia de una capa intermedia comprimible.

Por lo tanto, la respuesta en las manos es muy limitada. En cambio, una bola de calle permite sentir la penetración del palo, ajustar la dosis y reaccionar al contacto. Este detalle juega un papel crucial en los golpes de putting o wedge, donde la sensibilidad marca la diferencia.

No tener esto en cuenta puede hacer que tu entrenamiento sea mucho menos efectivo.


5/Trayectorias engañosas y poco fiables

Una pelota de práctica no sigue las mismas curvas que una pelota de juego.

Su trayectoria es más tensa, a menudo más alta, con menor rotación.

Esto puede distorsionar la orientación en varios casos:

  • Las bolas no mantienen la línea en los Fades o los Draws,

  • El efecto es menos marcado en las bolas cortadas o golpeadas directamente hacia el eje.

  • Los efectos del viento se exageran o subestiman.

Resultado: crees que dominas un tiro... que no reacciona del mismo modo en el campo.


6/Mediciones incorrectas con herramientas modernas

Hoy en día, muchos jugadores usan un monitor de lanzamiento o un simulador de golf para analizar su swing. Sin embargo, estas herramientas miden las bolas en el campo de prácticas de forma muy deficiente: la velocidad de giro es imprecisa, el ángulo de lanzamiento se distorsiona y la distancia se reduce.

Algunos dispositivos, como el Rapsodo MLM o el TrackMan, incluso requieren bolas específicas o de alta gama para detectar correctamente el giro y la trayectoria. Trabajar con una bola de baja gama en este contexto equivale a falsificar todos los datos .

Por lo tanto, para lograr un progreso serio, es esencial saber con qué se está golpeando.

Practicar en el campo de prácticas sigue siendo esencial, pero es importante comprender las limitaciones de las pelotas utilizadas. No replican el vuelo, la sensación ni la precisión de una pelota de campo. Para progresar eficazmente, es fundamental calibrar las distancias y perfeccionar la sensación con la misma pelota que se usa en el campo. El golf es un juego de detalles: no permita que una pelota de práctica sabotee sus puntos de referencia.


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