4 COSAS QUE LOS GOLFISTAS HACEN MAL SOBRE CÓMO MEJORAR

A los golfistas les encanta buscar la mejora, pero la mayoría lo hace de forma incorrecta. Hay una forma correcta de mejorar en el golf y luego está la forma en que la mayoría de los aficionados creen que deben hacerlo. Desde golpear las bolas de práctica hasta culpar al equipo, el problema no suele ser el esfuerzo. La mayoría de las veces, es la concentración y la atención al detalle. Si realmente quieres mejorar, aquí tienes algunos factores que podrían estar impidiéndolo.

1 / Más tiempo en el campo de tiro no reduce automáticamente las puntuaciones

Pasar tiempo en el campo de prácticas puede parecer productivo, pero más repeticiones de swing no significan necesariamente una mayor mejora. Pasar tiempo sin parar en el campo puede afinar el golpe de bola, pero rara vez aborda las verdaderas razones por las que los golfistas no anotan.

Además, sin los fundamentos y la comprensión adecuados del swing, puedes pasar una tarde entera en el campo de prácticas practicando algo incorrecto.

Qué hacer en su lugar:

• Agregue variabilidad cambiando palos, objetivos y tipos de tiros, haciendo que su práctica sea más similar al campo.

• Simula presión; date una bola y un golpe para llegar al green. Si no lo consigues, cambia de objetivo y vuelve a intentarlo.

• Practica tu juego corto y tu putt al menos tanto como tu swing completo.

2 / Pensar que un nuevo equipamiento solucionará tu juego

Por muy tentador que sea ese nuevo driver de 649€, puede que no sea la clave para bajar tus puntuaciones. A veces, el equipo nuevo es útil, pero en realidad, lo que ayuda es adaptarlo a tu swing. Analiza bien tus fortalezas y debilidades y adapta el equipo a ellas.

Sin las especificaciones adecuadas (varilla, loft, lie, etc.), es mucho más difícil mejorar en el golf. Incluso pequeños ajustes, como un grip nuevo, pueden tener un mayor impacto en la puntuación que meter un palo nuevo en la bolsa.

Lo que realmente funciona:

• Adáptese a su capacidad actual y estilo de swing.

• A veces, un palo listo para usar se adapta a tu juego, especialmente si se ajusta a tus necesidades de lanzamiento o a tu nivel de tolerancia.

• El ajuste importa más que la marca o el modelo.

3 / Tratando de forzar tiros rectos

Golpear la bola de golf recto parece la forma natural de hacerlo. Te han dicho que apuntes al centro desde que empezaste a jugar. Si tu trayectoria natural es un tiro recto, genial. Sin embargo, para la mayoría de los golfistas, no lo es. Y eso está bien.

A veces, tu fade natural no es un defecto. A veces es lo que deberías usar para bajar tus puntuaciones. Forzar una forma de tiro que no dominas genera compensaciones e inconsistencia.

Qué hacer en su lugar:

• Conozca su patrón de disparo y apunte en consecuencia.

• Si tu desvanecimiento está controlado y no te cuesta distancia, juégalo.

• Aprender el draw es genial para poder jugarlo cuando lo necesites, pero perseguirlo sin parar puede ser una pérdida de tiempo.

4 / Saltarse lo básico

No eres demasiado bueno para lo básico; nadie lo es. Los mejores jugadores del mundo dedican tiempo a ajustar la preparación, la posición de la bola y la postura. La mayoría de los aficionados tienen algunas rondas malas y buscan una transformación completa.

Ignorar los errores de preparación te llevará a buscar errores en el swing que podrían no existir. Asegúrate de incorporar los fundamentos en tu práctica y rutina previa al golpe.

Qué hacer en su lugar:

• Construya una configuración consistente.

• Verifique la alineación, el agarre y la postura antes de cambiar su toma o transición.

• Grabe un video de su swing y busque fallas en la configuración y las posiciones de vez en cuando para asegurarse de que eso no lo esté frenando.

Reflexiones finales

Mejorar en el golf no se trata de esforzarse más. Se trata de trabajar con más inteligencia. Deja de perseguir mitos que te hacen perder el tiempo y empieza a centrarte en lo que baja tu puntuación. Sé honesto con tus hábitos, practica con un propósito y no te compliques demasiado después de una sola mala ronda.

Otra cosa que debes recordar es que, a veces, la mejor decisión es pedir ayuda. Un buen profesor puede detectar problemas que tú no ves, darte una dirección clara y ayudarte a alcanzar tus objetivos más rápido. Mejorar no tiene por qué ser una misión en solitario.