LA RESISTENCIA MENTAL, UN ACTIVO ESENCIAL PARA LOS GOLFISTAS.

Es imposible convertirse en un golfista de primer nivel sin una mentalidad de acero, y es imposible desarrollarla sin practicar regularmente.

Juntos con la inevitable técnica, el aspecto mental es el otro elemento que diferencia a los buenos jugadores de los grandes jugadores. Independientemente de que sea un outsider o un favorito, de que tenga un tiro fácil o casi imposible, un golfista a menudo se enfrenta a situaciones extremadamente diferentes durante un juego. Sin una mente de acero que pueda soportar la presión, es difícil lograr un alto nivel de concentración y ser inmune a los elementos externos.

Si bien poder concentrarse lo suficiente para embocar un putt está al alcance de la mayoría de los golfistas, hacerlo durante una competición que dura varios días es otra cuestión completamente distinta. A esto se le llama fortaleza mental o resistencia.

"El golf de competición se juega principalmente en campo de 10 pulgadas (25 cm), el espacio entre las orejas". Bobby Jones

En otras palabras, permanecer concentrado durante largos periodos de tiempo, sin perder nunca un ápice de confianza, calma y precisión. Éste es el verdadero secreto de los golfistas más talentosos. Porque aunque seas capaz de realizar las aproximaciones más bonitas del mundo, si después de varias horas de juego tu swing empieza a perder esplendor porque has perdido lucidez y concentración, no conseguirás nada. Sólo los golfistas que puedan mantener su nivel de juego desde el primer hasta el último hoyo de la competición podrán alzarse con la victoria final.

¿ Cómo podemos trabajar esta resistencia mental ?

Y aquí la mejor manera es practicar otras disciplinas que también exigen análisis de información y concentración aguda durante largos periodos de tiempo. No hablo de maratones, en las que se trabaja mucho más la resistencia física que la mental, sino de otras actividades un poco menos exigentes físicamente. Una disciplina con exigencias mentales equivalentes a jugar al golf son las cartas.

Al igual que en el golf, apostar sobre un golpe requiere mucho análisis y disponer de información confiable para tener la esperanza de ganar. La similitud más llamativa es que lo importante no es ganar cada tiro, o cada mano, sino terminar con el mejor total al final, en puntos o fichas, que tus oponentes.

Así, en el golf se pueden encadenar una mala serie de bogeys o fallar tiros fáciles, igual que en las cartas se puede pasar varias horas sin ganar o perder varias veces seguidas por culpa de un "bad beat". Y en ambos casos será esencial una fortaleza mental inquebrantable.

Ya hemos visto a más de un golfistas derrumbarse tras un gran comienzo por unos golpes mal negociados que le sumieron en la duda y le hicieron perder todos sus medios cuando unos instantes antes todavía tenía su destino en sus manos. Jugar a las cartas para un golfistas puede ayudar a trabajar en esto. Después de varias malas pasadas que le hicieron perder buena parte de su dinero, tendrá que aprender a mantener la calma y no perder los estribos. Después de varias rondas, que a veces requieren largas horas de paciencia, el golfistas aprenderá gradualmente a controlar sus emociones, y esto puede ser beneficioso para su práctica del golf.

También hay muchas disciplinas que te permiten trabajar tu resistencia mental. En la misma línea del juego de cartas, encontramos el ajedrez, donde hay que poner en práctica una estrategia en partidas de muchas horas sin dejarse desestabilizar por los movimientos del rival.

Es imposible llegar a ser un golfista de primer nivel sin una mente de acero y es imposible tenerla sin entrenar regularmente, a través del golf o cualquier otra actividad que requiera una concentración constante.