LA EVOLUCIÓN DEL PALO DE GOLF
- Agustin
- 3 mar
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Desde los inicios del golf, los jugadores han intentado continuamente mejorar su equipamiento. Los primeros palos fueron tallados por los propios golfistas y normalmente de madera. Los golfistas pronto recurrieron a artesanos expertos para producir equipamiento de mayor calidad. El primer registro de palos por encargo lo tiene el rey Jaime IV de Escocia, que contrató a William Mayne, fabricante de arcos, para que le fabricara un juego de palos y lo nombró Real Fabricante de Palos.
En el siglo XVI, un juego de palos de golf estaba formado por:
un juego de palos de punta larga para el drive,
palos de calle o "drivers de hierba" para tiros de media distancia;
"cucharas" para tiros cortos;
"niblicks" similares a los wedges;
y un "cleek" para el putting.
Estos palos estaban hechos de madera, con varillas de fresno o avellano y cabezas de maderas más dura como el manzano, el acebo, el haya o el peral. La cabeza del palo se conectaba a la varilla con una tablilla y luego se ataba con una correa de cuero.
Con la introducción de la pelota de golf "featherie" (plumas) en 1618, los palos de golf continuaron fabricándose con cabezas de madera, aunque era posible forjar hierro en la cabeza debido a la delicadeza de las plumas. Los palos de madera eran debido al tiempo y el esfuerzo que se invertían en fabricarlos propensos a romperse. Este alto costo de los palos hizo que el juego del golf fuera una actividad reservada para la clase alta. Los fabricantes de palos experimentaron con diferentes materiales en la cara del palo, como cuero, metal, fragmentos de hueso y otros materiales para aumentar la distancia y evitar la rotura.
Alrededor de 1750, las primeras cabezas de palo de golf hechas de hierro comenzaron a aparecer en las herrerías locales, y se usaban para "niblicks" o cuñas (wedges).
En 1826, Robert Forgan, un fabricante de palos de Escocia, comenzó a utilizar nogal americano importado para fabricar mangos de palos. El nogal americano se convirtió rápidamente en la madera estándar de elección de los fabricantes de palos debido a su disponibilidad y mayor durabilidad.
En la década de 1870, con la llegada de las técnicas de forjado, las fábricas pudieron producir en masa cabezas de palo de hierro, lo que las hacía más consistentes, más livianas y mejores que las fabricadas por herreros. En 1908, se descubrió que las ranuras en la cara del palo podían aumentar el efecto retroceso y generar más distancia.
Las primeras décadas del siglo XX fueron testigos de una gran experimentación e innovación en el diseño de palos de golf.
Alrededor de 1925, se introdujo el mango de acero en los Estados Unidos, aunque los herreros ya habían experimentado con él desde finales de la década de 1890. La R&A, llamada así por el Royal and Ancient Golf Club de St Andrews (Escocia), es el organismo rector del juego de golf. La R&A finalmente legalizó el uso de palos de golf con mango de acero después de que el Príncipe de Gales los utilizara en el Old Course de St Andrews en 1929. El mango de acero proporcionaba mayor precisión y durabilidad.
En 1931, después de la R&A prohibiera los wedges de cara cóncava, Gene Sarazen (golfista americano) inventó el moderno sand wedge, que tenía una cara recta y un rebote adicional.
Hasta 1939, era habitual que un golfista llevara entre 20 y 30 palos en su bolsa. Sin embargo, con el avance de los palos con varilla de acero, la R&A introdujo la regla de los 14 palos en 1939, que limitada a los jugadores a solo 14 palos. Los nombres tradicionales de los palos, como "niblicks" y "spoons", fueron reemplazados por el sistema de numeración estándar que se utiliza hasta el día de hoy.
En las décadas siguientes hubo poco desarrollo y avance. Después de la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo de los palos de golf se vio influenciado por la investigación de materiales sintéticos y compuestos.
En la década de 1960, se probaron sin éxito las varillas de fibra de vidrio. En 1963 se introdujo el método de fundición para fabricar las cabezas de los palos, lo que hizo que los palos fueran más asequibles.
En la década de 1970, Karsten Solheim inventó el Ping Putter, que tenía más peso en el talón y la punta, lo que permitía a los golfistas hacer putts más rectos.
En 1973 se introdujo la varilla de grafito, que proporcionaba más rigidez, ligereza y mayor resistencia que la varilla de acero. Las varillas de grafito más modernas se fabrican con diferentes materiales para mejorar el rendimiento, como el boro para reducir la torsión.
Taylor Made fue la primera empresa en producir palos con cabeza de metal en sustitución de la madera (Drive, 3, 5, etc). La popularidad de las cabezas de metal frente a las cabezas de caqui no se hizo más grande hasta que Callaway presentó el Big Bertha en 1991. El driver Big Bertha, que tenía una cabeza de metal de gran tamaño, fue el primero de su tipo. Las cabezas de metal de gran tamaño se convirtieron en la tendencia entre los fabricantes de palos.
A principios de la década de 2000, los palos híbridos, que son una fusión entre un hierro y una madera, surgieron como una alternativa a los hierros más largos, más difíciles de golpear. Los palos híbridos se están volviendo más prominentes y populares, especialmente entre los golfistas con un swing más lento.
Las últimas tendencias en maderas son el uso de cabezas de palos de titanio combinadas con varillas de grafito. Sin embargo, a pesar de que los nuevos diseños siguen evolucionando, el tamaño de la cabeza de los palos está limitado a 460 cc. Otra tendencia es el driver ajustable, que ofrece al golfistas la posibilidad de ajustar el peso de su driver, esto ayuda al golfistas a realizar un draw o un fade con mayor facilidad según cómo esté configurado (hoy en día también se puede ajustar el loft).
El golfista ha evolucionado desde fabricar sus propios palos de madera hasta ahora fabricarlos con tecnología más avanzada, lo que le da la posibilidad de personalizarlos según sus necesidades individuales.

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